Yo quiero bailar caño, semi desnuda, en un vidriera sobre la Avenida Santa Fe. Entre los bondis, entre los taxis, delante de señoras fifis y de gente apurada que sale del subte, que mira y no entiende nada, porque esto no es Amsterdam, esto es Buenos Aires. Y esto no es Europa, esto es Latinoamérica. Y acá no hacemos nudismo, ni nada que se le parezca: acá un escote profundo ya es mucho para salir por la calle.