Mucho antes de la llegada de los españoles, el sexo para los pueblos Amazónicos, también era un tema. Estuve en el Mercado de Surquillo en Lima, Perú y aprendí que la selva puede ayudar a la potencia masculina, a la voluptuosidad femenina y que una simple fruta ¡puede cambiarte el sexo!

Una de las cosas que más le recomendaría a cualquiera que vaya a Lima es visitar el Mercado de Surquillo. Es algo así como nuestro Mercado Central pero repleto de frutas de la selva y mística, toneladas de mística. Es menester (!) visitarlo con alguien que conozca, que tenga confianza con los puesteros y que vaya con un cuchillito en la mano para cortar lo que sea que le pidas para probar. Acá con mirar únicamente, no hacemos nada. Yo les recomiendo a Gonzalo Carbajal que es quien nos llevó a nosotras en la expedición Oh La La. Yo quedé especialmente enganchada al folklore sexual de la selva: afrodisíacos naturales, frutos que pueden convertir a un hombre en mujer y sustitutos del pecho a la hora de amamantar. Todo eso puede encontrarse girando un rato en este mercado.

El aguaje se considera una fruta mágica. Incluso hoy, en lenguaje médico, se lo describe como una «bomba de hormonas». Según cuentan en Perú, esta es la fruta que puede lograr que a un hombre comiencen a gustarles los hombres. Y que a una chica le crezcan las lolas. Está tan cargado que se lo da como medicina a las mujeres menopausicas cuando comienza el decline hormonal.

Los fines de semana y especialmente los feriados, este puesto explota. Venden los afrodisíacos más violentos: RC = Rompe Calzón y LPM = Levanta Pájaro Muerto, entre otros.

Un preparado a base de raíces y cortezas de la selva peruana

La granadilla se considera una «tercera teta» de madre. Es lo que le dan de comer a los bebes cuando la leche se acaba o cuando llega la hora del desprendimiento. Dicen que a la madre le devuelve la fogocidad.

Si venís con una mala racha en el amor, tenés que hacerte un baño con estas hierbas, una noche de luna llena.

Acá aseguran que estos pensamientos, atraen esos otros pensamientos. Se comen en ensaladas.